Paciencia y dedicación son las
claves para construir una buena relación y así pueda generarse un espacio
favorable para el proceso de enseñanza aprendizaje.
La adolescencia es unna etapa difícil, llena
de cambios y descubrimientos y tanto los padres como los maestros son una
columna importante en el crecimiento y desarrollo de nuestras alumnos. Es por esto,
que se debe de tener en cuenta ciertos factores importantes al momento de
impartir la enseñanza, de manera que el docente no sea considerado un enemigo a
vencer, sino una figura de consejo y experiencia.
El docente debe intentar establecerse como una figura de autoridad
El adolescente empieza a
desarrollar una actitud de rebeldía, tanto con sus padres como con sus
profesores, por eso es importante siempre hacerle saber que dentro del salón de
clases, el docente es la autoridad pero sin llegar a crear
enemistad.
Conviene recordar que el
maestro es un apoyo no un látigo, por lo tanto es recomendable tener una
relación cordial que invite al alumno a abrirse y no exista un ambiente de
tensión en el aula.
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